Si tienes una casa rústica y estás pensando en reformarla para sacarle partido alquilándola o simplemente darle un lavado de cara, aquí descubrirás cómo puedes cambiarla sin que pierda su aire rústico.

Ahora que llegan las vacaciones muchos de nosotros aprovechamos para realizar una escapada al campo y disfrutar de la naturaleza. Quien tenga una casa rústica suele sacarle partido a este tipo de viviendas en esta época del año, es cuando más demanda de viviendas de este tipo existe y sus poseedores pueden aprovechar para ganar un dinero extra bastante sustancioso.

Para este tipo de vivienda es ideal utilizar muebles de madera, de color blanco o beige principalmente, maderas como la teca son perfectas para el exterior gracias a su dureza y resistencia ante las inclemencias del tiempo.

Lo primero que suele deteriorarse en este tipo de casas es el techo, que puede acumular hongos debido a las humedades. De todas formas acostumbran a tener una buena carpintería, lo mejor es mantenerla si se conserva en buen estado, si por el contrario debe sustituirse se puede optar por pintarla o decaparla y como último recurso sustituirla. Si tenemos techos de vigas de madera o bóvedas de adobe, es crucial que solo se reforme lo imprescindible, en este tipo de hogares hay que respetar al máximo su constitución inicial.

Es muy importante que una casa rústica conserve la esencia con la que fue concebida, mantener su estructura de madera y los acabados en piedra y ladrillo le otorgarán ese aire de vivienda de campo que le aportará el encanto necesario para atraer a sus potenciales arrendatarios.

Tenemos que tener en cuenta que no podemos abusar de las capacidades estructurales de la casa rústica, de esta forma nuestro presupuesto no se nos irá de las manos y tampoco correremos riesgos de dañar su infraestructura.

Para su aspecto exterior podemos utilizar madera o piedra, sobretodo de aspecto irregular y de una consistencia resistente al igual que para el jardín, en este enlace tienes algunos buenos consejos para ello.

Algo que puede ser muy útil para la correcta conservación de este tipo de viviendas es el dotarlas de un buen aislante térmico, esto reduce significativamente la acumulación de humedades y vapores de agua que provoquen la corrosión de la madera. También mantendrán una temperatura estable dentro de la vivienda, algo que sus inquilinos agradecerán ya que suelen encontrarse en zonas donde los contrastes de temperatura son más acuciados.

 

 

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